¿Qué son las comisiones bancarias?
Las comisiones bancarias son cargos adicionales que cobran las entidades bancarias por la prestación de un determinado servicio. Cada banco se encarga de estipular las tasas que considere según el tipo de servicio que ofrezca. Los bancos pueden cobrar lo que estimen oportuno, siempre y cuando informen debidamente a sus clientes.
Recuerda que cualquier tipo de comisión que aplique una entidad bancaria debe ser debidamente comunicada previamente, ya que no te pueden cobrar comisiones por servicios que no te hayan prestado o no hayas aceptado.
¿Qué tipos de comisiones bancarias existen?
Las comisiones bancarias están asociadas según el tipo de cuenta que se ofrezca o el servicio que se realice. Entre las más habituales, encontramos:
Comisiones por mantenimiento
Las comisiones por mantenimiento se aplican en concepto de tener abierta una cuenta bancaria a un cliente, incluso si esta cuenta no realiza operaciones frecuentemente.
Muchas entidades las siguen aplicando a día de hoy si no se cumplen unos requisitos mínimos, como domiciliar la nómina o contratar un producto como un préstamo o un seguro de la propia entidad.
Las comisiones de mantenimiento varían entre los 20 y 50 euros. Lo más frecuente es que se apliquen de forma anual, pero en algunos casos también pueden ser cada 3 o 6 meses.
Comisiones de administración
Este cargo se aplica cada vez que se registra un movimiento en la cuenta bancaria. Se trata de una comisión cada vez más en desuso y que solo se suele aplicar a los clientes que operan en oficinas o todavía mantienen una cartilla.
Las comisiones de administración pueden ir desde los 0,3 hasta los 0,6 centimos.
Comisiones por transferencias
Las comisiones por transferencias bancarias se producen cuando se producen envíos de dinero de una cuenta a otra, sobre todo si pertenecen a entidades bancarias distintas. Las transferencias internacionales por defecto siempre implican el pago de comisiones.
Además, dependiendo de la cantidad o si se produce un cambio de divisa, la comisión por transferencia puede variar. Estas se aplican con un porcentaje sobre la cantidad transferida con un mínimo que suele variar entre los 6 y 40 euros.
Comisiones de emisión o mantenimiento de tarjetas
Al igual que sucede con las cuentas bancarias, el hecho de contar con una tarjeta también puede implicar comisiones, tanto por solicitar una tarjeta como por mantenerla anualmente.
Este tipo de cargos son más habituales en las tarjetas de crédito que en las de débito. En el caso la comisión por el uso de una tarjeta de crédito, se aplica un porcentaje que puede llegar hasta el 5% de la cantidad gastada. Por otro lado, la comisión por emisión de una tarjeta suele ser alrededor de 5€.
Comisiones por retirada de efectivo en cajeros
Entre las comisiones más conocidas, se encuentran las comisiones aplicadas por las entidades al retirar dinero de un cajero que pertenece a otra entidad bancaria.
Algunas entidades han llegado a acuerdos entre ellas para que sus clientes puedan hacer retiradas de efectivo en otros cajeros sin coste. Por ejemplo, bancos como ING, Revolut o N26 ofrecen una gran variedad de opciones para hacer retiradas gratuitas.
Comisiones por uso de la tarjeta en el extranjero
Muchas tarjetas bancarias aplican comisiones a la hora de realizar pagos en establecimientos en el extranjero o retirar efectivo en cajeros de otros países. Resulta fundamental revisar bien las condiciones asociadas a la tarjeta para saber si estas comisiones están incluidas o no.
Comisiones por operaciones en oficina
Hace tiempo que los bancos han apostado de una manera muy decidida por comercializar cuentas bancarias 100% online e ir reduciendo el número de operaciones realizadas en oficina. Por esto motivo han decidido añadir comisiones a cualquier operativa realizada en oficina (ingresos, transferencias, actualización de cartilla, etc...) para desincentivar esta opción entre sus clientes.
Comisiones por descubierto
La comisión por descubierto es un importe que cobra una entidad bancaria por admitir cargos en una cuenta que no cuenta con saldo suficiente para afrontarlos.
Esta comisión se suele calcular sobre la cantidad de dinero a deber y los intereses que varían en función de la demora.
Características básicas de las comisiones bancarias
Las comisiones bancarias son un quebradero de cabeza para los clientes y una fuente de conflictos para las entidades. Uno de los esfuerzos más habituales de los bancos consiste en comunicar e informar debidamente de las comisiones asociadas a cada producto y servicio, ya que gran parte de las reclamaciones de los consumidores proceden del cargo de comisiones desconocidas por parte del cliente.
Debes tener claros los siguientes puntos relacionados con las comisiones:
Los bancos pueden establecer libremente sus comisiones
Cada entidad bancaria es libre de decidir qué comisiones aplicar en sus servicios y el coste de ellas. Existen una serie de casos muy concretos donde hay límites legales, pero por lo general pueden decidir los costes y frecuencia de cobro.
Las comisiones solo se cobran por servicios prestados
Aunque los bancos tengan libertad para establecer qué comisiones aplicar y en qué cuantía, no pueden cobrar a sus clientes por servicios que no hayan sido solicitados o aceptados.
El Banco de España no marca límites a las comisiones
Este organismo regulador no puede limitar el importe de las comisiones que decida cada entidad bancaria ni tampoco se responsabiliza de su autorización.
Las comisiones son susceptibles de incrementarse
Los bancos pueden llegar a modificar el importe de sus comisiones de forma unilateral cuando lo vean conveniente. El único requisito que deben cumplir es avisar por lo menos con dos meses de antelación a su aplicación.
Los bancos deben informar en todo momento sobre sus comisiones
Las entidades bancarias están obligadas a informarte de las comisiones que te vayan a cobrar antes de aceptar el servicio que te interesa: tanto sea abrir una cuenta, retirar efectivo o realizar una transferencia, debes saber si implica el pago de comisiones.
¿Cómo se aplican las comisiones bancarias?
En España, los bancos aplican diversas comisiones por los servicios y productos que ofrecen a sus clientes. La aplicación y funcionamiento de estas comisiones varían dependiendo de la entidad y el tipo de servicio, y pueden incluir cobros por mantenimiento de cuenta, transferencias, tarjetas de crédito, créditos u otros.
Una de las comisiones más comunes en los bancos es la comisión de mantenimiento de cuenta. Esta comisión se cobra mensual, trimestral, semestral o anualmente por el simple hecho de mantener una cuenta abierta en el banco. Su costo puede variar según la entidad y el tipo de cuenta, y algunas entidades ofrecen exenciones o bonificaciones si se cumplen ciertos requisitos, como mantener un saldo mínimo o domiciliar ingresos regulares.
Es importante mencionar que la regulación de las comisiones bancarias en España está supervisada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), quienes establecen normas y límites para proteger los derechos de los clientes y fomentar la transparencia en la información proporcionada por las entidades bancarias. En resumen, estas comisiones varían según el tipo de servicio y entidad, y están reguladas para garantizar la protección de los clientes y la transparencia en las operaciones bancarias.
¿Cómo puedo evitar una comisión bancaria?
Hay una serie de comisiones bancarias que puedes llegar a evitar informándote bien de las condiciones que fija el banco. Para evitar o reducir las comisiones bancarias, hay algunas estrategias que puedes seguir:
Comparar diferentes opciones bancarias
Antes de abrir una cuenta o contratar servicios bancarios, investiga y compara las diferentes entidades financieras. Examina las comisiones que cobran por los servicios que necesitas y elige la opción que tenga tarifas más bajas o que se ajuste mejor a tus necesidades financieras.
Mantener saldos mínimos
Muchos bancos eximen del cobro de comisiones de mantenimiento de cuenta si mantienes un saldo mínimo mensual. Averigua cuál es el monto requerido y asegúrate de cumplirlo para evitar estas comisiones.
Domiciliar ingresos y recibos
Algunos bancos eliminan o reducen las comisiones si domicilias tus ingresos regulares, como tu nómina o pensión, así como los recibos de servicios, como agua, luz o teléfono. Verifica si tu entidad ofrece este beneficio y aprovecha las ventajas de la domiciliación.
Realizar operaciones de banca online
La banca online y los servicios de banca móvil suelen tener comisiones más bajas o incluso gratuitas en comparación con las sucursales físicas. Realiza tus operaciones bancarias a través de plataformas digitales para evitar cargos adicionales.
Negociar directamente con el banco
En algunos casos, es posible negociar con el banco para eliminar o reducir ciertas comisiones. Si eres un cliente leal con buen historial crediticio, puedes intentar negociar con tu gestor bancario para obtener mejores condiciones.
Leer detenidamente las condiciones asociadas a la cuenta
Antes de contratar cualquier producto o servicio bancario, lee cuidadosamente los términos y condiciones, incluyendo las tarifas y comisiones asociadas. Asegúrate de entender completamente qué se te está cobrando y si existen alternativas más económicas. Es importante estar informado y revisar periódicamente las condiciones de tu banco para asegurarte de obtener las mejores condiciones posibles y evitar cargos innecesarios.
¿Es posible reclamar una comisión bancaria?
Por supuesto. Si consideras que ha sido cobrada de manera injusta o si crees que la entidad bancaria no ha cumplido con sus obligaciones contractuales, es posible reclamar una comisión bancaria.
Te explicamos los pasos generales que puedes seguir para presentar una reclamación:
1. Revisa el contrato y la documentación
Analiza detenidamente los contratos, extractos bancarios y cualquier otra documentación relevante para identificar el motivo de la comisión y asegurarte de que no haya sido cobrada de manera incorrecta.
2. Ponte en contacto con el banco
Ponte en contacto con el servicio de atención al cliente del banco para plantear tu reclamación. Explica claramente tu caso y presenta cualquier evidencia o documentación que respalde tu argumento. En muchos casos, las reclamaciones se pueden resolver directamente con el banco a través de la vía de negociación.
3. Presenta una reclamación formal
Si la respuesta del banco no es satisfactoria o no recibes una respuesta en un plazo razonable, puedes presentar una reclamación formal por escrito. Averigua el procedimiento específico que sigue tu entidad bancaria para las reclamaciones y sigue las instrucciones proporcionadas.
4. Acude a las autoridades competentes
Si el banco no responde a tu reclamación o consideras que no ha sido resuelta adecuadamente, puedes recurrir a las autoridades competentes. En España, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) supervisan las entidades bancarias y tratan las reclamaciones de los clientes. Puedes presentar tu reclamación ante estas entidades para que realicen una evaluación imparcial.
5. Busca asesoramiento legal
En situaciones más complejas o si no te sientes seguro manejando el proceso de reclamación por tu cuenta, puedes buscar el asesoramiento de un abogado especializado en derecho bancario. Ellos pueden evaluar tu caso, brindarte orientación legal y representarte en caso de que sea necesario llevar el asunto a los tribunales.
Es importante tener en cuenta que cada caso es único y puede depender de factores como las leyes aplicables, los contratos y las políticas del banco. Por lo tanto, es recomendable investigar y comprender tus derechos y obligaciones, y considerar buscar asesoramiento profesional si es necesario.
Preguntas frecuentes sobre comisiones bancarias
Actualmente, podemos citar a CaixaBank (240€ anuales), Banco Santander (240€ anules) o BBVA (160€ al año) como los bancos que cuentan con un mayor coste en cuentas bancarias en concepto de comisiones por mantenimiento. En cualquier caso, si se cumplen ciertos requisitos en algunas de sus cuentas bancarias, se pueden evitar estas comisiones.
Según como sea la comisión, puede tratarse de un importe fijo o un porcentaje sobre el saldo disponible en la cuenta. También dependerá de qué tipo de comisión se trate para conocer su periodicidad, ya que si se trata de algo recurrente como la comisión por mantenimiento, puede tener carácter mensual, trimestral, semestral o anual.
Las cuentas bancarias más típicas a la hora de estar exentas del pago de este tipo de comisiones son las cuentas online y las cuentas para jóvenes.